ANÓNIMO - Bella de Candor



 



   Mientras conversaban así, la pequeña sirvienta regresó con el té. Yunxiang le ordenó entonces que trajera unas sábanas perfumadas y unas almohadas bordadas y que preparara con ellas el lecho de bambú. Cuando hubo terminado, la despidió.
     Wunchen dijo entonces:
     —¡Esta noche libraremos una estruendosa batalla a la luz de la luna!
     Al oírle hablar de esta manera, Yunxiang sintió que el deseo la embargaba; se desnudó y se tumbó en la cama. Tomó entonces la almohada bordada y se la puso debajo del talle. Wuchen sacudió tres veces su miembro viril y éste se irguió. Después se tomó una píldora y, al instante, su miembro se volvió aún más grueso. Con precipitación mal contenida, la cabalgó y colocó su miembro de jade en la puerta del yin de ella, como si se dispusiera a penetrarla; pero no lo hizo, sino que empezó a frotar. El valle de Yunxiang se inflamó. Sus humores íntimos chorreaban sin cesar.
     —¿Y cómo se llama este juego capaz de hacerme morir de deseo? —le preguntó ella.
     —Se llama «aspirar el aroma sin probarlo» —le respondió él.
     Poco después, a través de la cortina de gasa la luna iluminó agradablemente el cuerpo de Yunxiang, que apareció tan terso, suave, liso y untuoso como una pieza de jade blanco. Y Wuchen, de nuevo presa de un ardiente deseo, la penetró y alcanzó directamente el  «corazón de la flor». En determinado momento, se alzó un poco. El miembro de jade llenó por entero el interior del valle, y empezó a girar y girar dentro de él con  total libertad, como un cubo en el pozo. Cuando  Yunxiang le preguntó cómo se llamaba ese juego, él le respondió:
      —Se llama el «león que hace rodar la pelota bordada».
     Poco después, pidió a su mujer que se levantara del lecho y se apoyara con las manos en un taburete; él se colocó tras ella, sujetándole las rodillas. Así, tomándola por detrás, efectuó un buen centenar de vaivenes, y gozaron a la manera del «fuego que prende del otro lado de la montaña». Después, cansado de este maraviloso juego, Wuchen se fue a la cama y, tumbándose boca arriba, pidió a su esposa que le cabalgara. Tomó sus nalgas con la palma de las manos y comenzó a levantarla y a bajarla con un gran estrépito. cuando la hubo penetrado por entero, Yunxiang, incapaz ya de controlarse, no cesaba de subir y bajar sobre él, en medio de los estruendosos ruidos del amor.
     —¿Conocéis esta manera? —le preguntó él entonces.
     —¿No es «cara de cielo al bastón de incienso perfumado»?
     —Sí, así se llama —respondió él.
     Y después de eso, los dos esposos continuaron con los «¿me amas?, te amo» y no durmieron en toda la noche.
     Pero ¿no dicen que las paredes oyen? ¿Cómo no iba a haber nadie al otro lado de la pared? En efecto, la pequeña doncella de Yunxiang lo había oído todo. Me preguntaréis cómo pudo ocurrir eso. Pues bien, mientras preparaba la cama para su ama, la doncella se había figurado muy bien lo que iba a suceder. Por eso, en vez de irse a acostar, se había ocultado detrás del pabellón. Permaneció debajo de la ventana toda la noche para escucharles, y no se perdió ni un solo asalto de los dos amantes. Todo lo que había oído se le había quedado tan grabado en el corazón que no había podido dormir ni un minuto. Y sólo cuando empezaba a clarear regresó a su habitación.





Anónimo, Bella de Candor y otros relatos chinos. Barcelona, 1997. Tusquets Editores - Colección Sonrisa Vertical. Traducido del francés por Mercedes y María Corral.
_____________________

8 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. JAJAJAJA... Y no me digas que no mola, eh, Verónica? ^_^

    Pues no he visto esa peli aún, ni niguna porno china. Pero, eso sí, me han dicho más de una vez a ver si una de mis hijas era fruto de un "rollito de primavera", jajaja...

    Gracias por tus buenos deseos. Yo lo que tengo ganas es de hacer el salto de lagartijilla feliz sobre estanque en calma. :P

    XD

    Buen y provechoso finde para ti también.

    Besos, salá. :)

    ResponderEliminar
  3. Es un buen momento para cruzarse con la doncella.

    Casi ni haran falta preliminares.

    ResponderEliminar
  4. Es lo que tiene la curiosidad. Ais.

    ResponderEliminar
  5. Pobre doncella, habrá aprendido algo nuevo de esa pareja de amantes?
    Muy bien descrito y ameno de leer.
    gracias por la experiencia.

    Saludos desde una Copenhague haciendo el amor con el príncipe Frederik,

    Ian.

    ResponderEliminar
  6. Tú con tal de no currártelo, guille... Ya te vale!!!

    XD

    Beso va.

    ResponderEliminar
  7. Ya te digo, Juan Antonio. :P

    Besos.

    ResponderEliminar
  8. Seguro que algo habrá aprendido, Ian. ^_^

    ¿Haciendo el amor con el príncipe Frederik? Jo, qué categoría!!! Pues, nada, dile que se retire un momentito, que te voy a dar un superbeso de bienvenida. Allá va:

    MUACKKKKKKKKK

    ResponderEliminar

Sedúceme con tus palabras...